Muchos artículos sobre cambio climático alertan de los peligros que este fenómeno genera tanto en el medio ambiente como en las sociedades de todo el mundo. Lo que suele ser menos frecuente es encontrar reflexiones acerca del cambio climático en términos financieros, algo que recientemente ha realizado el Instituto de Estudios Bursátiles (IEB) a través del estudio Cinco claves financieras contra el cambio climático.
Los autores del estudio destacan la necesidad de que a nivel mundial se realice una transición hacia una economía de bajo carbono, para lo cual “se requerirá una importante transformación económica, social y tecnológica que muchos comparan con la revolución industrial del XIX. Esta transformación implicará mitigar importantes riesgos y movilizar ingentes recursos financieros”, advierten.
Claves financieras contra el cambio climático
Según el estudio, se observan cinco claves que pueden favorecer la transición hacia una economía baja en carbono.
1. Las inversiones ‘verdes’ son atractivas en un contexto económico en el que existen tipos de interés bajos
“En una coyuntura de bajos tipos de interés, la rentabilidad de los proyectos ligados al desarrollo de infraestructuras sostenibles resultan extremadamente atractivos”, sostienen los autores del informe.
Y sustentan su afirmación en los siguientes datos:
- El tipo de interés medio a largo plazo en las economías de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) durante los últimos cinco años es del 0 y el 4 por ciento.
- En cambio, la rentabilidad media de los proyectos de la denominada ‘economía verde’ son mayores. Así, por ejemplo, en el sector energético, los activos de las tecnologías solar y eólica han alcanzado una rentabilidad media de entre el 7 y el 12 por ciento sobre fondos propios (excluyendo el efecto de cualquier apalancamiento financiero).
2. La economía baja en carbono es una gran oportunidad de negocio
Frente a la creencia generalizada de que “el desarrollo sostenible tiene un alto coste”, el estudio Cinco claves financieras contra el cambio climático recoge las conclusiones de estudios recientes según las cuales la transición hacia una economía de bajo carbono resulta “alcanzable e, incluso, más barata de lo estimado”.
El documento apunta a que esta transición es, incluso, una oportunidad de negocio que genera una nueva dinámica en sectores estratégicos. Y señala que puede llegar a cambiar el escenario geopolítico actual. “Mientras que en el modelo de desarrollo de finales del siglo XX garantizó un papel protagonista a los países con grandes reservas de combustibles fósiles, la nueva realidad tecnológica ladea a estos países y genera un nuevo tablero con menor dependencia y nuevas alternativas”, explican.
3. Existen instrumentos financieros contra el cambio climático
Los impulsores de la lucha contra el cambio climático cuentan con un importante aliado: la denominada “financiación verde”, es decir, instrumentos financieros puestos a disposición de promotores de proyectos relacionados con políticas de lucha contra el cambio climático. ¿Cuáles son?
- Bonos verdes. Creados en 2007, la mayoría fueron emitidos por el Banco Mundial y la Corporación Financiera Internacional. La diferencia con los bonos convencionales radica en que el emisor se compromete a canalizar los fondos únicamente hacia proyectos que sean sostenibles.
- Créditos verdes. Estos créditos financian infraestructuras y proyectos para mitigar (o adaptarse)a los efectos del cambio climático.
- Fondos públicos. Desde la esfera pública comienzan a movilizarse fondos que contribuyan a lograr los objetivos alcanzados en los acuerdos de la COP21 en París. Entre ellos destaca el Green Climate Fund de Naciones Unidas destinado principalmente a financiar países en vías de desarrollo.
4.Una transición tardía a una economía más sostenible’ representa un riesgo financiero
Los autores del informe Cinco claves financieras contra el cambio climático alertan de que los acuerdos ambientales alcanzados a nivel internacional implican que sea necesario apostar por un nuevo modelo de desarrollo basado en tecnologías limpias, lo que supone un gran desafío económico.
“Las consecuencias de una adaptación y evolución tardía hacia una economía basada en bajo carbono podría suponer un importante riesgo económico desde dos perspectivas. En primer lugar, el impacto perjudicial sobre la actividad macroeconómica del incremento de los costes energéticos derivados de una adaptación brusca a energías no contaminantes sin la suficiente madurez técnica y económica. En segundo lugar, la exposición del sistema financiero a los activos intensivos en carbono”, explican.
5.Se aprecia una descarbonización progresiva del mercado de capitales
Los autores del informe aprecian ciertas tendencias “subyacentes” en las inversiones, que parecen marcar un “posicionamiento estratégico a largo plazo que irá progresivamente consolidándose en el mercado de capitales”.
Para apoyar su teoría, ponen tres ejemplos:
- El comité de ética del fondo soberano Noruego (873bn USD en activos en 2015) anunció que abandonará todas sus posiciones relacionadas con el negocio del carbón de manera inmediata y que progresivamente deshará las relacionadas con combustibles fósiles.
- La gestora del fondo de pensiones holandés PGGM se ha comprometido a una reducción del cincuenta por ciento de la huella de carbono de sus inversiones.
- Allianz SE detendrá la financiación de modelos de negocio relacionados con el carbón en favor de inversiones relacionadas con la energía eólica.