Los españoles se preocupan por el gasto en calefacción y cómo reducirlo. Según el informe sobre el Análisis del Consumo Energético del Sector Residencial en España, presentado por el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), en el conjunto de España la calefacción central está presente en el 8% de los hogares, porcentaje que se incrementa hasta un 18% en la zona continental característica por sus altas temperaturas y baja humedad ambiental.
Especialmente en edificios residenciales de gran tamaño, el gasto en calefacción en instalaciones de calefacción central tiende a ser menor, debido entre otros factores a que al comprar grandes volúmenes de combustible suelen acceder a descuentos y a que los gastos de mantenimiento se reparten entre los vecinos.
Se trata de un factor a tener en cuenta, ya que el gasto en calefacción es muy importante para las familias: supone para cada unidad familiar el 46% de su factura energética, según la consultora Pwc en su análisis sobre el gasto medio anual para calentar un hogar; un dato que obtuvieron tomando como muestra una vivienda de 90 metros cuadrados con un consumo medio de ocho megavatios/año.
El combustible
Y el gasto en energía no para de aumentar. Entre las cifras más llamativas destaca que, en los últimos veinte años el gasto energético de las viviendas se ha incrementado a un ritmo cinco veces superior al aumento de la población, por lo que la preocupación e interés por un ahorro en el gasto de la calefacción también es mayor.
Del estudio realizado por Pwc se concluye que el gas natural es la forma más barata para calentar un hogar, supone entre 760 y 928 euros al año. En contraposición el uso de calefacción eléctrica se traduce en un desembolso de entre 1.960 y 2.168 euros anuales, la más cara.
La calificación energética
La factura se ve influenciada por el tipo de combustible, pero otro elemento a tener en cuenta es la calificación energética del edificio, siendo desde la A, la más eficiente, hasta la G, menos eficiente. Como apunta el profesor alemán Dr. Clemens Felsmann en su estudio sobre la eficiencia energética en edificios, las temperaturas ambientes medias aumentan en función de la calidad energética de los edificios.
Según el estudio del Dr. Felsman, las mediciones realizadas indican que edificios con usos similares y de características constructivas parecidas, se comportan de forma muy diferente en lo que respecta a su consumo energético. De hecho, cuanto más antigua es la edificación, menor es la temperatura media, lo que se traduce en un gasto en calefacción más elevado; una situación que se puede revertir gracias a la rehabilitación energética.
Debido al impacto positivo que genera la eficiencia energética en el confort de los hogares y en la disminución de emisiones de CO2, la Unión Europea adoptó en 2015 un programa de apoyo al desarrollo sostenible en España con un presupuesto total de 7.700 millones de euros, y con una contribución de la UE de 5.500 millones de euros procedentes del Fondo Europeo de Desarrollo Regional. El programa apoya la eficiencia energética en las empresas, los hogares y los edificios públicos. Con estas iniciativas orientadas a la mejora de la clasificación energética se contribuye a la reducción del gasto en calefacción.
Además, otro efecto positivo se dejaría notar en la economía del país, ya que se aumentarían los ingresos por IVA o se recaudaría más por IRPF. Ya en 2012, el Grupo de Trabajo de Rehabilitación, hizo público en el Congreso Nacional del Medio Ambiente un informe donde indicaban la posibilidad de generar 130.000 empleos nuevos desde entonces hasta 2020. La inversión que estimaban entonces que debería realizarse era de 5.000-10.000 millones de euros; una inversión que se vería compensada gracias a los ahorros energéticos y en las emisiones de CO2 evitadas.
Repartidores de costes
Otro mecanismo que se puede llevar a cabo para contribuir al ahorro en el gasto de la calefacción son los repartidores de costes de calefacción. Como indica el Estudio de la Implantación de Sistemas de Repartidores de Coste de Calefacción en Edificios elaborado por la Universidad de Alcalá, los repartidores suponen un ahorro del 24,9% de media en el consumo. Las conclusiones del estudio indican que la medición individual de calefacción implicaría una reducción de 224 euros de ahorro por familia española media y la disminución de un total de 2,4 millones de toneladas de CO2 al año.
Según Felsmann “ninguna medida de ahorro de las estudiadas es tan rentable como la medición individual de los consumos calefacción”. Su estudio concluye que el comportamiento del consumidor es determinante, ya que solo el usuario que conoce cuanta energía gasta y su coste puede adaptar sus hábitos de consumo.