Un informe publicado recientemente por la Agencia Internacional de la Energía (AIE) alerta de que las emisiones mundiales de dióxido de carbono (CO2) aumentaron un 1,4% en 2017, alcanzando un máximo histórico de 32,5 gigatoneladas.

Entre las razones de este aumento, se encontrarían varios fenómenos como la recuperación de la economía, los precios a la baja de los combustibles fósiles y que ha habido menos mejoras en eficiencia energética.

¿Por qué se trata de un dato preocupante?

El Acuerdo de París, firmado durante la conferencia de París sobre el Clima (COP21) en 2015, fijó un compromiso global para reducir las emisiones de CO2 y otros gases contaminantes para frenar así el efecto invernadero, que genera el calentamiento del planeta, con graves consecuencias para la economía y la sociedad.

Sin embargo, las cifras proporcionadas por la AIE en este informe reflejan que en la práctica no se están dando los pasos necesarios para cumplir con este objetivo ya que, en 2017, las emisiones de dióxido de carbono aumentaron a pesar de que, en los tres años anteriores, se habían mantenido estancadas.

Por regiones:

Se necesitan más energías limpias

Agencia Internacional de la Energía estima que, para cumplir con los compromisos de París, es necesario emplear un 1,1% más al año las energías bajas en carbono. Un reto que no es fácil de cumplir ya que esto representa más de cinco veces el crecimiento registrado en 2017.

Se estima que en 2017 los combustibles fósiles cubren el 81 por ciento de la demanda energética mundial y la nuclear representó el 2 por ciento.

Mientras, las energías renovables tuvieron la mayor tasa de crecimiento (un 6,3%) gracias a la expansión de las energías eólica, solar e hidroeléctrica y llegaron a representar el 25% de la generación mundial de la electricidad.

La energía más barata es la que no se consume

Junto a la generación de energías limpias, otro factor imprescindible para disminuir las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera es terminar con el derroche energético y aumentar el nivel de eficiencia energética.

Se estima que, en torno al 19% de las emisiones de gases contaminantes europeas son de origen doméstico. En el caso de España, la cifra ronda el 18,5 según los cálculos de Eurostat.

En Remica contamos con más de tres décadas de experiencia en la gestión y mantenimiento de instalaciones térmicas. Gracias al aumento de la eficiencia energética de nuestras instalaciones, logramos un ahorro medio de 138 toneladas de CO2 por instalación.

Antes de poner en marcha cualquier proyecto, nuestros consultores energéticos visitan las instalaciones y realizan un diagnóstico personalizado de las mismas para proponer las soluciones que se adapten mejor a cada caso concreto.

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