En España, apenas 53 obras se han construido siguiendo los parámetros de edificación energéticamente eficiente establecidos por el estándar Passivhaus, uno de los más completos en construcción de edificios de consumo casi nulo.
Así lo confirman los datos recogidos por la Plataforma de Edificación Passivhaus (PEP), organización que también destaca que de esos 53 edificios, solo 34 han obtenido el certificado del Passivhaus Institute; una certificación que únicamente se entrega a a aquellas edificaciones que garantizan las limitaciones que implica el sello Passivhaus en la demanda de calefacción (menor o igual a 15kWh/m² año); la demanda de refrigeración (menor o igual a 15kWh/m² año); la demanda de energía primaria (menor o igual a 120kWh/m² año); y la hermeticidad al paso de aire (menor o igual a 0,6 renovaciones/hora).
La presencia de edificios de consumo de energía casi nulo es escasa en todo el país en general, aunque existen algunas diferencias por comunidades autónomas:
- Cataluña, País Vasco y Navarra son las más comprometidas con la construcción de viviendas pasivas (el 49% de las obras siguiendo el estándar Passivhaus se construyeron en estas regiones).
- Asturias, La Rioja y Madrid cuentan con 4 casas pasivas certificadas, mientras que Aragón, Islas Baleares y Valencia cuentan con una cada una.
- Cantabria, Castilla La Mancha, Ceuta, Extremadura, Galicia, Islas Canarias, Melilla y Murcia han realizado o están en fase de realización de proyectos siguiendo el estándar Passivhaus pero no han logrado ninguna certificación.
Ahorro en calefacción y climatización
Según explica la Plataforma de Edificación Passivhaus, los edificios Passivhaus consiguen reducir en un 75% las necesidades de calefacción y refrigeración. La poca energía suplementaria que requieren se puede cubrir con facilidad a partir de energías renovables, convirtiéndose en una construcción con un coste energético muy bajo para el propietario y el planeta.
Este estándar no supone el uso de un tipo de producto, material o estilo arquitectónico específicos sino la optimización de los recursos existentes a través de técnicas pasivas, como por ejemplo un buen factor de forma, que reduzca la superficie en contacto con el exterior para disminuir las necesidades de climatización, una orientación correcta de las ventanas para aprovechar el calor del sol cuando están cerradas y la ventilación natural al abrirlas, o poner protecciones solares que impidan un sobrecalentamiento en verano, etc.
Edificios de consumo casi nulo en España
“La situación de España en edificación energéticamente eficiente es francamente mala. Vamos muy retrasados frente a una Europa que se encamina con rapidez hacia la estandarización de los edificios de consumo casi nulo (ECCN)”, explica Adelina Uriarte, presidenta de la Plataforma de Edificación Passivhaus en declaraciones recogidas por varios medios de comunicación.
En opinión de esta experta, otros países europeos como Alemania y Austria aventajan con mucho al nuestro. “En ciudades como Bruselas, Frankfurt y Hannover, o la región austriaca de Vorarlberg, entre otras, es normativo que las nuevas construcciones cumplan con las exigencias del estándar Passivhaus”, afirma.
En España, en cambio, menos del uno por ciento de los edificios construidos desde 2009 cumple este estándar, algo especialmente grave porque los edificios son los responsables de más del 45% de la energía que consumimos.
La Unión Europea, consciente de la disparidad que existe entre los países de la UE en la aplicación del marco regulatorio existente, lanzó hace unos meses el documento RECOMENDACIÓN (UE) 2016/1318 de la Comisión (29 de julio de 2016) con directrices para promover los edificios de consumo de energía casi nulo y las mejores prácticas para garantizar que antes de que finalice 2020 todos los edificios nuevos sean edificios de consumo de energía casi nulo.
“Si bien es cierto que han aumentado a nivel nacional las medidas destinada a impulsar el número de edificios con un consumo de energía casi nulo, los Estados miembros deben redoblar sus esfuerzos para garantizar que las fechas límite previstas en la Directiva todos los edificios nuevos tengan ya ese nivel de consumo”, explican en el documento.
El documento recuerda que el artículo 9, apartado 1 de la Directiva relativa a la eficiencia energética de los edificios (DEEE) dispone que, a más tardar, el 31 de diciembre de 2020 todos los edificios nuevos sean edificios de consumo de energía casi nulo y que, después del 31 de diciembre de 2018, los edificios nuevos que estén ocupados y sean propiedad de autoridades públicas sean edificios de energía casi nulo.