A lo largo de los últimos años hemos visto como el comportamiento de los clientes en el mercado ha ido ganando en desconfianza. A ello han influido varios factores: desde las fórmulas publicitarias que hacen promesas que no cumplen, hasta la situación actual que atraviesa el país, donde se ha extendido un cierto hastío hacia los compromisos ‘vacíos’ que se asumen desde diversas instituciones.

En este sentido, conviene ser autocríticos y profundizar seriamente en la relación establecida con el cliente, obligándonos desde los distintos sectores a cumplir con nuestras promesas. El mercado es cada vez más exigente y ya no sólo demanda a las empresas rigurosidad y unos estándares de calidad, sino que también reclama que se aporten unas garantías de resultados. Ante esta nueva realidad, desde Remica trabajamos día a día para ofrecer el máximo respaldo a nuestros clientes. Así, a las garantías ya existentes de materiales y mano de obra por diez años, en 2012 incorporamos a nuestros contratos el concepto de ‘techo de gasto’ y coste cero.

Este último supone que en la instalación se ejecuten una serie de Medidas de Ahorro y Eficiencia Energética (MAE’s) pero que el cliente no se vea obligado a hacer un desembolso por la intervención ya que éstas se financian gracias a los ahorros que se obtienen. Como garantía para el cliente establecemos un techo de gasto, es decir, una cantidad límite por encima de la cual el usuario no hará frente a ningún coste en su factura energética, siendo asumido el hipotético sobrecoste por Remica.

A este respecto, en el caso de que el cliente vaya a ponerse en manos de una Empresa de Servicios Energéticos es recomendable que demande que se incluya en el contrato tanto la garantía de ahorro o consumo como la garantía de las instalaciones.

Pese a que desde Remica se introducen estas cláusulas en el contrato, dada la situación actual de desconfianza generalizada por el cliente en España, decidimos dar un paso más y seguros de que nuestro compromiso es firme, hemos querido que una entidad independiente certifique nuestros ahorros. Por ello, decididos a asumir la responsabilidad que se establece al firmar un acuerdo con un usuario, tomamos la determinación en 2013 de someternos al control de un organismo independiente como TÜV Rheinland, quien emite al cliente el correspondiente Certificado de Ahorros pasado un año de la explotación de la instalación, donde se puede comprobar el grado de alcance de los ahorros obtenidos y comprometidos por Remica.

Con esta decisión hemos querido aportar un punto más de seguridad al usuario y evidenciar que realmente aquello que ponemos encima de su mesa se va a cumplir. En la actualidad, Remica cuenta ya con más de un centenar de instalaciones que gestiona con esa garantía de techo de gasto y trabaja día a día por mantener sólida la confianza de sus clientes. Para ello, trabajamos duro porque estamos convencidos de que sólo hay un secreto: cumplir satisfactoriamente cada uno de los compromisos que asumimos.